Millones de personas en Estados Unidos se refugiaban este lunes del frío gélido causado por una tormenta invernal que ha provocado la muerte de por lo menos 45 personas en diversas partes del país y que se prevé que cobre más vidas tras haber dejado a algunos habitantes encerrados en sus casas rodeados de nieve y cortado la electricidad a decenas de miles de viviendas y negocios.
La magnitud de la tormenta casi no tiene precedente: abarca desde los Grandes Lagos cerca de Canadá hasta la frontera con México.
Aproximadamente un 60 % de la población nacional está bajo algún tipo de advertencia climatológica y las temperaturas rondan muy por debajo de lo normal desde las Montañas Rocosas hasta los Apalaches, informó el Servicio Meteorológico Nacional.
Unos 1.700 vuelos nacionales e internacionales habían sido cancelados hasta las 2 de la tarde del domingo, hora del Este, según el sitio web FlightAware.
Los expertos explicaron que se había producido una ciclogénesis explosiva, en la que la presión atmosférica cae muy rápido durante una tormenta, cerca de los Grandes Lagos, donde provocó ventiscas con nieve y vendavales.
La tormenta desató toda su furia en la ciudad de Búfalo, donde vientos con fuerza de huracán y una intensa nevada paralizaron los servicios de emergencia.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que casi todos los camiones de bomberos de la ciudad estaban varados por la nieve el sábado, y las autoridades indicaron que el aeropuerto permanecería cerrado hasta el martes por la mañana.
El Servicio Meteorológico Nacional dijo que la nieve acumulada en el Aeropuerto Búfalo-Niagara llegó a los 109 centímetros a las 7 a.m. del domingo.
La luz del día reveló coches cubiertos por casi 2 metros de nieve y miles de casas a oscuras por falta de electricidad. Mientras la nieve se acumulaba en calles intransitables, los meteorólogos advertían de la posibilidad de que cayeran 30 o 60 centímetros más de nieve en algunas zonas hasta este lunes por la mañana, en medio de ráfagas de viento de 65 kilómetros por hora.
Dos personas murieron en sus viviendas en Cheektowaga, en el estado de Nueva York, debido a que personal médico no logró llegar a tiempo para tratar sus problemas de salud, y otra persona falleció en Buffalo. Se confirmaron otras cuatro muertes durante la noche, con lo que total en el condado Erie llegó a siete. El administrador del condado Mark Poloncarz advirtió que la cifra de víctimas podría aumentar.
“Algunas personas fueron halladas en sus vehículos, algunas en bancos de nieve en la calle”, expresó Poloncarz. “Sabemos que hay personas que llevan más de dos días varadas en sus vehículos”.
Las fuertes nevadas, el frío y los cortes de energía del día anterior hicieron que algunos residentes de Búfalo decidieran el sábado salir de sus hogares rumbo a cualquier lugar que tuviera calefacción.
Pero con las calles de la ciudad cubiertas por una gruesa capa blanca, eso no era una opción para gente como Jeremy Manahan, que cargaba la batería de su celular en su auto estacionado tras casi 29 horas sin electricidad.
“Hay un albergue para calentarse, pero está demasiado lejos para que pueda llegar. Obviamente no puedo manejar, porque estoy atrapado”, dijo Manahan. “Y uno no puede estar fuera más de 10 minutos sin sufrir síntomas de congelación”.