PARÍS. Las elevadas temperaturas batieron ayer nuevos récords en Francia, Reino Unido y Holanda, que están bajo una ola de calor que sofoca a Europa por segunda vez en un mes, lo que según científicos se está volviendo más frecuente en la medida en que el planeta se calienta.
Una masa de aire caliente del desierto del Sahara avanzaba por el continente europeo, atraída hacia el norte por la alta presión. En París nunca se había medido una temperatura tan alta —42.5 grados Celsius— y Reino Unido sufría el día de julio más cálido de su historia.
Para hacer frente al calor apabullante, parisinos y turistas buscaban un poco de frescura en las fuentes de París, como la del Trocadero, frente a la Torre Eiffel, que se convirtió en una piscina al aire libre.
Las condiciones inusuales redujeron la producción de energía nuclear en Francia y Alemania e interrumpieron recorridos de tren en partes de Reino Unido, donde los 36.9 grados en Londres batieron un récord para julio.
Los británicos se enfrentaban a la interrupción de sus viajes, ya que los trenes se veían obligados a reducir la velocidad para evitar que las vías se deformaran por el calor. Varios operadores pidieron a los usuarios que no viajaran o que partieran muy temprano.
En el sur de Holanda, la temperatura superó los 40 grados por primera vez desde que se tiene registro, según el Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos.
El calor era tal que el metal se dilataba en algunos puentes de Ámsterdam, por lo que empleados de la alcaldía tuvieron que rociarlos con agua para tratar de enfriarlos.
Dos presuntos traficantes incluso llamaron a la policía para que los liberara de un contenedor en el que se quedaron encerrados, con temperaturas que se situaban en torno a los 40 ˚C, cuando estaban “sacando droga”, en el puerto de Amberes, en Bélgica.
En Austria, un niño de tres años murió de deshidratación. Fue hallado inconsciente en un vehículo estacionado bajo el sol y falleció.
Especialistas en clima dijeron que tales olas de calor son cada vez más frecuentes como resultado del calentamiento global por las emisiones de gases de efecto invernadero. Se espera que el calor persista hasta el fin de semana.
Desde el periodo preindustrial, la temperatura de la superficie de la Tierra ha aumentado en un grado Celsius.
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