Las fuerzas de seguridad de la provincia indonesia de Papúa trabajan en la recuperación de los cuerpos de 31 trabajadores de la construcción que murieron en uno de los peores ataques separatistas ocurridos en esa localidad, reportó este martes la policía.
El portavoz de la policía de Papúa, Suryadi Díaz, dijo que 24 trabajadores murieron el domingo cuando hombres armados atacaron un proyecto de construcción de un puente gubernamental en una remota aldea montañosa en el distrito de Nduga.
Otros ocho trabajadores huyeron a la casa cercana de un miembro del parlamento local, pero un grupo armado llegó un día después y mató a siete de ellos, dijo Díaz, citando informes de varios testigos. El octavo logró escapar y sigue desaparecido.
Díaz afirmó que las fuerzas de seguridad estaban tratando de recuperar los 31 cuerpos, pero al parecer están bajo el resguardo de hombres armados en el distrito, un bastión de separatistas que han luchado contra el gobierno de Indonesia durante casi 50 años.
Por su parte, el coronel Muhamad Aidi indicó que existe un informe de un cura que asegura que 24 hombres trabajadores de la empresa PT Istaka Karya fueron "sádicamente sacrificados" por un grupo separatista armado criminal.
La policía y el ejército están tratando de llegar a la zona después de recibir un aviso, aunque es algo complicado debido a la falta de electricidad en el área, según Aidi.
"Según el aviso que hemos recibido, comenzó con un grupo separatista criminal celebrando una ceremonia para conmemorar lo que aseguran que es su día de la independencia el 1 de diciembre", ha afirmado Aidi a la cadena Metro TV.
Aidi ha indicado que uno de los trabajadores realizó una fotografía que enfadó al grupo y desató los asesinatos.
El gobierno de Indonesia, que durante décadas tuvo la política de enviar a javaneses y otros indonesios a establecerse en Papúa, ahora está tratando de estimular el desarrollo económico para amortiguar el movimiento separatista.
Basuki Hadimuljono, el ministro de Obras Públicas y Vivienda, señaló a los reporteros en Yakarta que las víctimas se encontraban entre decenas de trabajadores de la construcción de la isla de Sulawesi.
Estos han sido empleados por PT Istaka Karya, una empresa de construcción estatal, para construir puentes a lo largo de un proyecto vial de 278 kilómetros que conecta las ciudades de Wamena y Agats.
Los trabajadores son considerados forasteros por los separatistas.
Díaz mencionó que varios taxistas que eran migrantes de Java y otras islas indonesias también murieron recientemente en ataques de presuntos separatistas que los vieron como extraños.
Papúa, una antigua colonia holandesa en la parte occidental de Nueva Guinea, se incorporó a Indonesia en 1969 después de una votación patrocinada por la ONU que muchos consideraron una farsa. Un pequeño grupo separatista mal armado ha estado luchando por la independencia desde entonces.
Durante años, una insurgencia de bajo nivel ha plagado la región rica en minerales, que es étnica y culturalmente distinta de gran parte de Indonesia.
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